Si alguna vez has sentido la presión de que el deseo sexual tiene que aparecer como un rayo en cielo despejado, ¡respira! Estás a punto de descubrir una verdad liberadora: la idea de que el placer debe ser siempre espontáneo es uno de los mitos sexuales más persistentes y dañinos. Olvídate de esperar ese “chispazo” mágico. Te aseguramos que el deseo por encargo, o deseo intencional, no solo es real, sino que es la clave para la satisfacción sexual de muchísimas personas, especialmente de aquellas que tienen una vida ajetreada o un deseo que se manifiesta de forma diferente.
El sexo no tiene por qué ser un evento impulsivo. De hecho, planificar y crear las condiciones para el placer es un acto de amor propio y de cuidado mutuo.
La ciencia detrás del deseo: ¿Espontáneo o Responsivo?
Durante décadas, la educación sexual se basó en el “Modelo Lineal” de Masters y Johnson, donde el deseo llegaba primero y luego le seguía la excitación. Pero la sexóloga canadiense Rosemary Basson revolucionó esta idea al introducir el concepto del deseo responsivo, especialmente relevante en mujeres, aunque aplica a cualquier persona.
¿Qué es el deseo espontáneo y por qué no es la única vía?
El deseo espontáneo es ese impulso primario, la necesidad biológica que aparece “de la nada”, generalmente impulsada por hormonas o pensamientos eróticos. Es el que Hollywood nos vende. Sin embargo, muchas personas, después de los primeros años de relación o en momentos de estrés, notan una falta de deseo sexual espontáneo, lo que les genera frustración.
El poder liberador del deseo por encargo (o responsivo)
El deseo por encargo, o responsivo, funciona al revés. No esperas a sentir el impulso, sino que creas el contexto adecuado. La excitación surge después de iniciar la actividad sexual o erótica. Al empezar a besar, tocar o fantasear, tu cuerpo responde y el deseo aparece. Por lo tanto, no es un mito; es la forma natural en que funciona el deseo para una gran parte de la población. Para muchas mujeres, este es el motor principal para cómo aumentar el deseo y la conexión.
Rompe el guion: Estrategias para activar tu deseo intencional
Aceptar el deseo responsivo significa tomar una actitud proactiva. Significa que tú tienes el control y puedes activar tu libido en lugar de esperar a que “llegue”. Esta mentalidad es increíblemente empoderadora, ya que desactiva el sentimiento de culpa o de “estar averiada”. Aquí tienes algunas estrategias para cultivar el placer planificado:
1. Agenda el erotismo: El plan es sexy
Sí, has leído bien: ¡agenda el sexo! Sé que suena poco romántico, pero es la mejor manera de asegurar que el tiempo de calidad e intimidad no quede relegado por las responsabilidades diarias. Cuando planificas un encuentro, no estás “obligándote” a tener sexo, sino que estás reservando un espacio sagrado para el placer, reduciendo el estrés y permitiendo que la anticipación crezca.
- No es una cita inamovible: Usa la agenda como un recordatorio para conectar, no como una tarea. Si el momento llega y no hay deseo, un abrazo profundo también cuenta.
- Prepara la mente: Saber que el encuentro se acerca te da tiempo para mentalizarte. Puedes fantasear, enviarte mensajes sugerentes, o incluso dedicar unos minutos a la masturbación previa para “calentar motores”.
2. La anticipación como afrodisíaco
El verdadero placer del deseo por encargo reside en los preparativos. La anticipación es un afrodisíaco natural y una excelente herramienta para combatir el mito espontaneidad sexual. Un primer paso podría ser incorporar herramientas sensoriales que estimulen tu mente y cuerpo. Por ejemplo, hay geles y estimulantes para ellas que preparan el terreno físico, creando una sensación de calor o vibración que te ayuda a pasar del “modo trabajo” al “modo placer” de manera intencional.
3. Explora nuevas sensaciones y roles
A veces, lo que necesitamos para despertar el erotismo consciente es salir de la rutina y añadir un toque de misterio o juego. Esto puede ser tan simple como usar un antifaz o tan elaborado como sumergirse en el mundo del control y la sumisión. La exploración de roles y acuerdos, propios del BDSM y Bondage, por ejemplo, es una manifestación pura del placer planificado. En estos casos, el deseo nunca es espontáneo, es un pacto, una negociación y una puesta en escena que dispara la excitación a través de la psicología y la fantasía.
Cómo crear el ambiente perfecto: El ritual del deseo
El entorno juega un papel crucial. Si quieres activar el deseo intencional, debes diseñar el espacio y el tiempo. No se trata solo de velas, sino de desconectar de las obligaciones y centrarte en el momento.
- El ritual de la desconexión: Antes del tiempo reservado, acuerda apagar móviles, dejar de hablar de trabajo o tareas domésticas. Crea una barrera física y mental.
- El juego del tacto: Empieza sin presión. Un masaje sensual o una sesión de caricias prolongadas que no busquen directamente el orgasmo pueden ser el interruptor que activa el deseo responsivo.
- Herramientas de enfoque: Los juguetes de bienestar son fantásticos para esto. No solo aportan novedad, sino que son herramientas intencionales para explorar sensaciones, haciendo el placer una actividad consciente y dirigida.
Desmintiendo el miedo al “sexo mecánico”
Mucha gente teme que el deseo por encargo convierta el sexo en algo frío o “mecánico”. La realidad es lo contrario. El sexo espontáneo es a menudo apresurado, superficial y, paradójicamente, menos satisfactorio. Cuando planificas, inviertes tiempo y energía en el encuentro, lo que lo hace más profundo, más íntimo y más centrado en la conexión. Estás diciendo: “Esto es importante, le voy a dedicar mi mejor versión”.
Recuerda que tu deseo es válido tal como es. No tienes que encajar en la fantasía de la espontaneidad perpetua. Si necesitas un ritual, una cita o un poco de ayuda para empezar, eso es perfectamente normal y saludable. La clave está en reconocer y honrar tu propio modelo de deseo para disfrutar de una vida sexual rica y sin culpas.
Y tú, ¿estás lista para darle la bienvenida al poder del deseo intencional?
